jueves, 14 de enero de 2016

¡Es una trampa!


Carlos Fernández Pello - Retrospectiva
García-Galería
14 de Noviembre de 2015 - 9 de Enero de 2016

“Pongamos por caso que, durante el transcurso de la escritura de esta reseña, el reseñante se hubiera encontrado ante una pequeña e imposible arruga sobre la superficie del papel. Un doblez, o un  pliegue, que hiciera posible por un momento distinguir entre dos niveles que antes corrían  paralelamente sin ser consciente a su atención distraída. Por un lado, observaría las palabras que se van desplegando mientras son escritas; por el otro, el  sentido que acontece en su cabeza y que se desprende de aquellas.”
 
Del mismo modo que las ideas fluyen  acompasadas a las palabras en este pliegue  místico surgido del papel, las imágenes  teleplásticas de Carlos Fernández Pello nos  muestran al mismo tiempo, pero no a la vez, todos los planos posibles en los que nos  atrevamos a estar inmiscuidos.

La acción se organiza en dos actos, uno en cada sala de la pequeña galería. Lo primero que se nos ofrece es una perfecta vigilancia, un punto de  vista al que agarrarnos frente al vértigo que se nos viene encima. Para ello, unas estructuras para hablar de pie, tomadas prestadas de  Pistoletto y una tabla optométrica donde no hay nada que medir, pues nada desafía nuestra vista, no hay caracteres de distintos tamaños sino unas piezas cuyos perfiles apenas se pueden distinguir a la luz. A la vez, se nos invita a acomodarnos en esta trinchera de observación, a tocar la agradable espuma con la que está recubierta, a experimentar su textura y a observar como nuestra huella  aparece y desaparece, dejándonos claro que sin nosotros los secretos no se revelan. Después, el desorden, perfectamente organizado en torno a unos papeles arrugados, depositados - ¿o tirados?- por todo el suelo de la sala, con apuntes, tachaduras y frases destacadas con rotuladores fluorescentes. Las palabras que tenemos debajo, conversan con las que tenemos delante; siete marcos con siete imágenes, plagados de conceptos destacados y de frases subrayadas. Cinco de estos marcos son fotografías. Fotografías de páginas a medio pasar, de piel siendo pellizcada. Texturas brillantes y tersas retratadas en el instante en el que su forma original está siendo desafiada. Los otros dos marcos, que presiden la sala, no muestran fotografías. En esta ocasión la imagen está plegada, doblada sobre sí misma, solapando la parte anterior con la posterior y paradójicamente, completando la forma que suponemos le corresponde al papel que se nos oculta. En todos las imágenes destacan los juegos de texturas y formas líquidas, de márgenes imperfectos y dimensiones visibles pero inexistentes.


Mientras que en la primera sala una estructura centraba nuestra atención en un punto, en esta ocasión nos atrapa en un espacio muy reducido y esparce nuestra vista, impidiendo que nos acerquemos a las imágenes que se presentan al fondo; el segundo acto da comienzo. Sobre la pared, una imagen ampliada de la tabla optométrica que encerraba la primera cerca. Curiosamente vemos con más claridad las formas y colores de la obra que en original, situada a escasos tres metros del punto donde estamos ahora. Al lado, los marcos que no contenían fotografía de la sala anterior están presentes, esta vez sí, en dos dimensiones. La espuma que cubre esta estructura está forrada con un folio. Es de un libro de texto de biología y explica el fenómeno del camuflaje -Mimicry- en algunas especies, la frase “life takes a step backwards” está destacada. Las palabras y las texturas siguen estando presentes, pero de una forma distorsionada y confusa; esta sala ha convertido lo sugerente en agobiante y ha dinamitado todas las ideas que se habían planteado en el primer acto. Hay un intruso, un objeto que no tiene nada que ver con el resto de la exposición. Una pequeña figura de trapo está atada a la estructura. Es el almirante Ackbar, un personaje de la saga Star Wars, y tiene adherida una pequeña etiqueta donde se lee Try me. Al presionar la barriga del simpático personaje, nos grita con su vocecilla robótica y nasal: “It's a trap!". El pequeño intruso era la pieza que faltaba; nos muestra donde podemos encontrar el epílogo.

La obra de Fernández Pello es de una profundidad desafiante, oscura y sublime. Las palabras y los objetos intercambian posiciones constantemente y nos hace creer que las ideas que nos facilita son de nuestra propia cosecha. En García galería, encontramos una reflexión sobre las relaciones entre las palabras y las formas, las texturas y el tiempo, la mirada, los iconos y las imágenes. Agitando todo esto en una coctelera, Fernández Pello crea un espacio de disfrute vivo y apasionante. Su página web personal, concebida como Site-specific, complementa la obra del madrileño y vertebra una intensa investigación sobre la palabra como icono y representación, fundamental para entender su discurso artístico y teórico. Durante todo el espacio de la galería, sitúa pistas que después serán fundamentales para desgranar la arquitectura del gran engaño al que hemos sido sometidos. El foam que recubre las estructuras, los conceptos destacados en los papeles, las fotos, las obras teleplásticas, las fotos de las obras teleplásticas… Todas son elementos que giran en torno a los conceptos centrales de la exposición. Las carencias de la fotografía frente a las imágenes teleplásticas, las reflexiones en torno pliegue Deleuziano, las capacidades hápticas como elemento constitutivo de la trama consustancial a la imagen, son sólo algunas de las tesis que podemos extraer de la apasionante muestra que toma lugar en la galería. La tabla optométrica que vimos al principio no presentaba caracteres de distintos tamaños por una razón, no se está poniendo a prueba nuestra vista, sino nuestra mirada.

3 comentarios:

  1. Me encanta Servet, la frescura, el hecho de querer leer sin parar. Está contado como un cuento en el que te siguen.

    No me sorprende en absoluto la obra de Pello, en el buen sentido de la palabra; es un espacio que te mantiene en ¡trampa! todo el rato.

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  2. Pero ¿qué íbamos a esperar de el?

    ;)

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  3. "profundidad desafiante, oscura y sublime"
    La cháchara de la crítica de arte.

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