Hugo Fontela: Pinturas extrañas
Galería Marlborough. C/ Ofilia, 5. Madrid
Del 14 de enero al 13 de febrero de 2016
Galería Marlborough. C/ Ofilia, 5. Madrid
Del 14 de enero al 13 de febrero de 2016
En su primera exposición
individual en la galería Marlborough, Hugo Fontela (Grado, Principado de Asturias, 1986) presenta Pinturas extrañas, una selección de
obras realizadas el último año y que actúan como epílogo del trabajo llevado a
cabo por el artista durante la última década en América.
Hugo Fontela desarrolla su trabajo en base a series y en la exposición
en la galería Marlborough confronta dos de ellas. Por un lado las pinturas
blancas, los muelles del East Rivier, troncos que emergen del agua viscosa; por
otro las pinturas materiales, vertederos escombreras, detritus…, montañas de
restos hostiles en definitiva.
Las pinturas blancas son la culminación de las obras que Hugo Fontela
ha venido realizando sobre los piers -una
idea constante en su pintura desde su llegada a Nueva York-, con precedente en
la serie Palms, donde presenta las
palmeras y troncos varados tras el huracán Katrina. A su llegada a Nueva York,
podrían haberle impresionado los
rascacielos, el ruido y el tráfico; sin embargo fueron los muelles abandonados
del East River los que fijaron una imagen obsesiva en el artista. En esta serie muestra los troncos muertos del muelle, postes
casi amorfos por la erosión del tiempo y del medio, un agua densa a base de
pinceladas y chorretones. Las pinturas blancas son obras líricas y abstractas
en las que los muelles actúan como náufragos que evocan la imagen de inmensidad
y soledad.
Big Pier, 2015. Técnica mixta sobre lienzo. 195
x 220 cm. Galería Marlborough, Madrid.
Las pinturas materiales, por el contrario, son pinturas oscuras y
hostiles. Formadas por imágenes de detritus, vertederos, escombros y algún vestigio
arquitectónico que recuerda formalmente a las montañas de basura. Es la ciudad
convertida en escombro, en una especie de recuerdo o de guerra apocalíptica que
nos devuelve a un entorno salvaje, primitivo. Es el núcleo urbano del que solo quedan
vestigios, amalgamas amorfas creadas con una
pintura empastada.
Vestige, 2015. Técnica mixta sobre lienzo.
195 x 130 cm. Galería Marlborough, Madrid.
Ambas series comparten la naturaleza manipulada y agredida por el
hombre, la naturaleza monocroma despojada de vida y a la que solo le espera un
futuro putrefacto. Comparten la anonimia y la soledad de la gran ciudad pero
sin el referente; y comparten la realidad que fueron antes de convertirse en
amasijo.
Hugo Fontela sintetiza la naturaleza en una metáfora subjetiva y
estética que parece un acercamiento monocromático a los nabis. Trata de hacer
más simple y legible la realidad, y es
en esa síntesis donde la realidad pierde complejidad en favor de cierto
esteticismo sobrio y neutro. Kosme de Barañano nos recuerda en el texto del
catálogo la idea de Maurice Denis: “Recordad que un cuadro, antes de ser un
campo de batalla, una mujer desnuda o una anécdota cualquiera, es esencialmente
una superficie plana cubierta de colores reunidos con cierto orden”.
Quizás esta exposición no trate más que del resto que queda tras lo
que fue.
Bien podría recordarnos tales obras, a la ciudad industrial de Avilés; donde se sabe que el artista pasó etapas de juventud. La descripción aquí detallada, con la que estoy muy deacuerdo, me trae a la mente también, vestigios de la vida minera. Sudor y descomposición en miles de horas de trabajo bajo tierra; incluso atisbo a ver, "castilletes" de extracción de carbón.
ResponderEliminarGracias,
Crítica sentimental.
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