viernes, 29 de enero de 2016

Hugo Fontela. Pinturas extrañas



Hugo Fontela: Pinturas extrañas
Galería Marlborough.  C/ Ofilia, 5. Madrid
Del 14 de enero al 13 de febrero de 2016


En su primera exposición individual en la galería Marlborough, Hugo Fontela (Grado, Principado de Asturias, 1986) presenta Pinturas extrañas, una selección de obras realizadas el último año y que actúan como epílogo del trabajo llevado a cabo por el artista durante la última década en América.

Hugo Fontela desarrolla su trabajo en base a series y en la exposición en la galería Marlborough confronta dos de ellas. Por un lado las pinturas blancas, los muelles del East Rivier, troncos que emergen del agua viscosa; por otro las pinturas materiales, vertederos escombreras, detritus…, montañas de restos hostiles en definitiva.

Las pinturas blancas son la culminación de las obras que Hugo Fontela ha venido realizando sobre los piers -una idea constante en su pintura desde su llegada a Nueva York-, con precedente en la serie Palms, donde presenta las palmeras y troncos varados tras el huracán Katrina. A su llegada a Nueva York, podrían haberle impresionado  los rascacielos, el ruido y el tráfico; sin embargo fueron los muelles abandonados del East River los que fijaron una imagen obsesiva en el artista. En esta serie  muestra los troncos muertos del muelle, postes casi amorfos por la erosión del tiempo y del medio, un agua densa a base de pinceladas y chorretones. Las pinturas blancas son obras líricas y abstractas en las que los muelles actúan como náufragos que evocan la imagen de inmensidad y soledad.

 
Big Pier, 2015. Técnica mixta sobre lienzo. 195 x 220 cm. Galería Marlborough, Madrid.

Las pinturas materiales, por el contrario, son pinturas oscuras y hostiles. Formadas por imágenes de detritus, vertederos, escombros y algún vestigio arquitectónico que recuerda formalmente a las montañas de basura. Es la ciudad convertida en escombro, en una especie de recuerdo o de guerra apocalíptica que nos devuelve a un entorno salvaje, primitivo. Es el núcleo urbano del que solo quedan vestigios, amalgamas amorfas creadas con una  pintura empastada.

 
Vestige, 2015. Técnica mixta sobre lienzo. 195 x 130 cm. Galería Marlborough, Madrid.


Ambas series comparten la naturaleza manipulada y agredida por el hombre, la naturaleza monocroma despojada de vida y a la que solo le espera un futuro putrefacto. Comparten la anonimia y la soledad de la gran ciudad pero sin el referente; y comparten la realidad que fueron antes de convertirse en amasijo.

Hugo Fontela sintetiza la naturaleza en una metáfora subjetiva y estética que parece un acercamiento monocromático a los nabis. Trata de hacer más simple y  legible la realidad, y es en esa síntesis donde la realidad pierde complejidad en favor de cierto esteticismo sobrio y neutro. Kosme de Barañano nos recuerda en el texto del catálogo la idea de Maurice Denis: “Recordad que un cuadro, antes de ser un campo de batalla, una mujer desnuda o una anécdota cualquiera, es esencialmente una superficie plana cubierta de colores reunidos con cierto orden”.

Quizás esta exposición no trate más que del resto que queda tras lo que fue.


2 comentarios:

  1. Bien podría recordarnos tales obras, a la ciudad industrial de Avilés; donde se sabe que el artista pasó etapas de juventud. La descripción aquí detallada, con la que estoy muy deacuerdo, me trae a la mente también, vestigios de la vida minera. Sudor y descomposición en miles de horas de trabajo bajo tierra; incluso atisbo a ver, "castilletes" de extracción de carbón.

    Gracias,

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