domingo, 31 de enero de 2016

La captura de la pantalla



Duty-Free Art 

Artista: Hito Steyerl
Comisario: João Fernandes

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
11 noviembre, 2015 - 21 marzo, 2016
  

Duty-Free Art es como exposición uno de los mejores proyectos curatoriales que podemos encontrar ahora en Madrid, donde la interconexión entre las obras expuestas va generando una narrativa que las conecta y relaciona entre sí. Un montaje, en cierto modo teatral, por el que a través de los distintos espacios se crea un discurso sobre nuestra propia dimensión en relación al medio y los lugares con los que nos relacionamos. El discurso Traza una conexión en base a aquello que es visible y que no es visible en un marco histórico caracterizado por la sobreinformación y su conexión a través a través del hipervínculo.  La propia naturaleza de la exposición implica que tomar contacto con las obras requiera un largo tiempo, lo que en cierto modo sería paradójico cuando los procesos comunicativos están en proceso de aceleración constante, donde se ha pasado del medio como masaje de Marshall MacLuhan a la era de los terremotos que plantean Shumon Basar, Douglas Coupland y Hans Ulrich Obrist y donde la crisis de la posmodernidad ha dado lugar a que las sociedades líquidas de Zygmunt Bauman se hayan tornado en procesos aún más inestablemente gaseosos. 

Es cierto que la exposición se puede abrir a múltiples hermenéuticas, pero inevitablemente su narrativa gira en torno al como las estructuras de control han desbordado los medios de la modernidad y han desarrollado geopolíticas y realidades post-estatales que de una forma u otra son aludidas directamente en el título de exposición. Las estrategias que va desarrollando Steyerl entrarían en relación con la idea del détournement situacionista, donde se van reutilizando o incluyendo elementos de la cultura popular, fundamentalmente de aquello que algunas teorías consideran bajocultural: el cine de serie B, el videoclip o el videojuego. De esta forma ironiza a través de la estética de lo cutre como instrumento conductor de muchas de sus obras; estrategias que se tornan en praxis política. En cierto modo se propone la transformación de aquellas componendas que Baudrillard denominó el simulacro y la hiperrealidad. Pero también el pastiche posmoderno de Jamenson, construcción post-histórica que puede derivar en un algo reaccionario, se revierten y se pueden instrumentalizar como mecanismos de resistencia.

Sobre la exposición también se puede sacar una lectura en torno a las sociedades de la vigilancia, que Foucault analiza como dispositivos punitivos relativos en gran medida a la noción del panóptico en Vigilar y castigar, y como estas transcienden en las dinámicas sociales del neoliberalismo imperante. Desde la militarización de la sociedad, reflejada en obras como The Tower, realizada ex profeso para  la exposición o la irónica Red alert. Pero también de abordar la idea del propio museo como un dispositivo de control sobre el visitante y la forma en la que es condicionado a mediar con lo que se expone en la segunda obra que vemos tras el comienzo de la exposición, Guards.


En relación a la idea que reflexiona acerca del uso del medio visual o la mera visualidad sin mediación como estrategia, brillante resulta la forma de abrir y cerrar la exposión; la rotura de una pantalla led en Strike, nos da una clave de cómo nos podemos apropiar de un medio a través de la alteración del mismo. Pero a su vez, el cierre con La habitación gris de Adorno donde se relata el Busenattentat, el atentado de los pechos “contra” Theodor Adorno, se puede entender como el discurso crítico es una mera componenda y como en tanto a que es componenda se puede tornar en inoperante según en que formas es instrumentalizado, pero también cuales son los límites de lo visible.

Cristian Sánchez San Segundo

4 comentarios:

  1. Si muy farragoso.
    Fdo. El
    Mecánico loco

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    1. Ten cuidado, ten cuidado.

      El otro día le vi saliendo de la fabrica de patatas fritas Risi con bidones de aceite. Solo te digo que si pasas por su taller, el cambio de aceite viene acompañado de un ambientador intramecánico con olor a patatas chips.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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