martes, 21 de junio de 2016

Naturalezas vivas

Rumia - Antonio Montalvo


Galería Espacio Mínimo
del 21 de Mayo al 22 de Julio



Hay situaciones, espacios y objetos que que según se articulen, y desde su absoluta cotidianidad, conducen a la extrañeza. Antonio Montalvo (Granada, 1982) tiene la suficiente habilidad para crear sensaciones, si no opuestas, en cierta medida contradictorias; desasosiego a la par que curiosidad, extrañeza en lo cotidiano o naturalezas muertas con objetos vivos.

La muestra Rumia que se podrá disfrutar en la galería Espacio mínimo hasta el 22 de Julio se compone de una serie de trabajos realizados durante los últimos cuatro años. La trayectoria de Antonio Montalvo le ha llevado a exponer en ferias internacionales y una consideración importante dentro del contexto español donde ha ganado numerosos premios: Injuve para la Creación Jóven 2007, Circulo de Bellas Artes de Madrid o Generación 2008 además de tener obra en colecciones como o la del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC), la Fundación Rodríguez Acosta, Fundación CajaSur, Fundación Coca Cola y la Colección Caja Madrid. En la obra de montalvo el espacio es importante. Espacios surrealistas que esconden un relato muy sofisticado y naturalezas muertas donde no sabríamos distinguir lo que está vivo de lo que no.

En las piezas de esta muestra podemos encontrar situaciones que bien podrían definirse como casi ensoñaciones, composiciones de muy pocos elementos que a pesar de contener elementos vivos, estos son tratados con la misma consideración que objetos. Casi podría servirnos mejor el termino anglosajón still life para referirnos a estas composiciones en las que la vida se detiene, o se mantiene. La imagen de una ensoñación prolongada en el tiempo a través de la pintura. El animal, la almendra, la mujer, la tela o el biombo nos sugieren un complejo mundo de símbolos y metáforas envueltos en una atmósfera pesada y oscura.

A poco que pongamos atención al título de la exposición, la imagen que tenemos de la muestra no hace sino tornarse más siniestra si cabe. La rumia nos remite a una doble digestión, a la incapacidad de procesar algo y nutrirse de la excretado. Así las referencias a los animales y al alimento puedan llegar a remitirnos a la nausea, al asco, en un sentido estético muy sofisticado. El rincón y lo escenográfico como fragmento de realidad que pretende contar algo a través de la relación con y de sus elementos, hace que a uno le puede venir a la cabeza las imágenes de Sánchez Cotán y aunque este último tuviera unas aspiraciones más cercanas al místicismo si que parece que podría haber cierta habilidad por quien trabajó y aprendió en Granada a aprender a relatar desde el objeto. Una muestra compleja que nos habla de que los recursos de la pintura clásica pueden ser hoy un medio desde el que hablar en la contemporaneidad, que el realismo es un medio más desde el que construir relatos más allá de la mera habilidad técnica y que en este caso es evidente la exquisita capacidad del autor para trabajar con la sombra y sus matices. La ligera carga pictórica parece volver difusas y vaporosas las imágenes y recrean perfectamente esa atmósfera sin luz que encuentra quien acaba de abrir los ojos en en la semi-oscuridad. O de cerrarlos.



Javier Montoro Campoy 



1 comentario:

  1. No es que te lo hayas currado mucho. Está plagado de faltas de ortografía y faltas de sintaxis.

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